Permiso...¿me da permiso?
Sí, nuevamente los colectivos...pero esta vez se trata de estar arriba del susodicho vehículo urbano.
La zona de Villa del Parque, hora pico, colectivo medianamente lleno. Toda la gente parada, estacionada se podría decir, en la parte delantera del "cole"...tratamos de subir y evitar cualquier "touch and go" malintencionado. El chofer pide de buena forma (detalle a destacar en estos tiempos) -un paso para atrás por favor. Nada, silencio y nada. Todos miran el paisaje (casas, autos, casas, autos, edificios, más casas, más autos...).En un intento de demostrar su fe en el lenguaje como medio de comunicación, nuestro héroe al volante arriesga otra vez sin cambiar el tono amable de su pedido: - un paso para atrás por favor. Silencio en el colectivo, miradas hacia el techo, la calle, el reloj, la cola de una señorita...Le digo a Male, -dale, pedí permiso y avanza. También hay esperanza en mi actitud, ya que estoy tratando de enseñar a mi sobrina del corazón que sea respetuosa en el decir y en el hacer. La madre atrás, misma actitud. Nadie mira, todos siguen en la postura ya mencionada. A esta altura, debo confesarles que sospechaba haber subido a un colectivo semejante al tren del túnel de Sábato, pero no podía ser! Llegamos a mitad del vehículo y el sector estaba más vacío, la gente seguía congestionándose en la parte delantera...debo hacer un paréntesis para recordarles que las estadísticas de accidentes señalan que en un choque es precisamente el sector delantero izquierdo, chofer incluído, el más dañado y por consecuencia, los pasajeros de esa zona (especialmente los que van parados) los que corren el mayor riesgo de salir heridos y/o de morir. Solo comentario.
Ahora bien, llegamos cerca de la puerta de atrás, por la que reglamentariamente debemos bajar...
-me da permiso señora?
-no puedo correrme. Por fin una respuesta, incorrecta pero respuesta al fin! Digo incorrecta ya que la mujer en cuestión tenía un gran bolso tapando el paso y les aseguro que sí podía moverse.Fue cuando se escuchó:
-podés correrlo...- era la madre de Male, en tono fuerte y firme...y ahí el milagro!
De una manera inexplicable la gente se corrió y nos dio paso, la gente miró, la gente respondió más no sea:
No ves que no tengo lugar para correrme?
Sea como sea, pero la gente se manifestó como gente. La ausencia de humanidad estaba doliéndome casi hasta la asfixia...pero no...ahí estaban, no era el túnel ¡ era un colectivo de Buenos Aires!...uno de tantos.
Bajamos en la esquina de Lope de Vega y Baigorria y nos fuimos a tomar mates.
Un saludo especial al colectivero educado de la línea 47 además del link de los colectivos.Jiji, solo por poner uno. PD: (he recortado sucesos y comentarios detallados de esta anécdota para cuidar la identidad de algunos personajes). Hasta la próxima.
La zona de Villa del Parque, hora pico, colectivo medianamente lleno. Toda la gente parada, estacionada se podría decir, en la parte delantera del "cole"...tratamos de subir y evitar cualquier "touch and go" malintencionado. El chofer pide de buena forma (detalle a destacar en estos tiempos) -un paso para atrás por favor. Nada, silencio y nada. Todos miran el paisaje (casas, autos, casas, autos, edificios, más casas, más autos...).En un intento de demostrar su fe en el lenguaje como medio de comunicación, nuestro héroe al volante arriesga otra vez sin cambiar el tono amable de su pedido: - un paso para atrás por favor. Silencio en el colectivo, miradas hacia el techo, la calle, el reloj, la cola de una señorita...Le digo a Male, -dale, pedí permiso y avanza. También hay esperanza en mi actitud, ya que estoy tratando de enseñar a mi sobrina del corazón que sea respetuosa en el decir y en el hacer. La madre atrás, misma actitud. Nadie mira, todos siguen en la postura ya mencionada. A esta altura, debo confesarles que sospechaba haber subido a un colectivo semejante al tren del túnel de Sábato, pero no podía ser! Llegamos a mitad del vehículo y el sector estaba más vacío, la gente seguía congestionándose en la parte delantera...debo hacer un paréntesis para recordarles que las estadísticas de accidentes señalan que en un choque es precisamente el sector delantero izquierdo, chofer incluído, el más dañado y por consecuencia, los pasajeros de esa zona (especialmente los que van parados) los que corren el mayor riesgo de salir heridos y/o de morir. Solo comentario.
Ahora bien, llegamos cerca de la puerta de atrás, por la que reglamentariamente debemos bajar...
-me da permiso señora?
-no puedo correrme. Por fin una respuesta, incorrecta pero respuesta al fin! Digo incorrecta ya que la mujer en cuestión tenía un gran bolso tapando el paso y les aseguro que sí podía moverse.Fue cuando se escuchó:
-podés correrlo...- era la madre de Male, en tono fuerte y firme...y ahí el milagro!
De una manera inexplicable la gente se corrió y nos dio paso, la gente miró, la gente respondió más no sea:
No ves que no tengo lugar para correrme?
Sea como sea, pero la gente se manifestó como gente. La ausencia de humanidad estaba doliéndome casi hasta la asfixia...pero no...ahí estaban, no era el túnel ¡ era un colectivo de Buenos Aires!...uno de tantos.
Bajamos en la esquina de Lope de Vega y Baigorria y nos fuimos a tomar mates.
Un saludo especial al colectivero educado de la línea 47 además del link de los colectivos.Jiji, solo por poner uno. PD: (he recortado sucesos y comentarios detallados de esta anécdota para cuidar la identidad de algunos personajes). Hasta la próxima.
Etiquetas: colectivos, opinión, personales, sociales