miércoles, octubre 04, 2006

¿Cuál era la pregunta?

Estaba tan callado y quieto, sentado en el banco de la plaza que me senté al lado...como quien no quiere la cosa.
Me miró de reojo y no dijo nada, alimentaba a las palomas, las de la plaza ...sí esas.
Siguió mirando pero, sin decir más me acercó la mano en la que tenía maíz: alguien las tiene que alimentar - me dijo.
Acepté el puñadito de semillas que me daba y lo imité.
Tenía una bufanda gastada y deshilachada, uno de esos sacos de lana gruesos, y una de esas gorras que usan los abuelos que se están quedando sin pelo, pero no sin mañas. Empezó a contarme de una vez que habían venido unos chicos de una escuela a jugar y a ver como izaban la bandera en el mástil de la plaza. Yo lo escuchaba, porque esperaba que saliera el sol detrás de las nubes y no quería dejar ese lugarcito en el único banco sano que quedaba. Perder, no perdía nada, así que lo escuchaba.
Luego me dijo que esos chicos habían alimentado a las palomas como nosotros lo hacíamos en ese momento pero que ellos jugaban y se ponían maíz en la cabeza y las palomas se les paraban para comer y parecían amigables espantapájaros , porque se quedaban "quietecitos" -él usó esa palabra- con los brazos extendidos en una abrazo sin cerrar.
Luego me contó que los días que habían sido más tristes habían sido los días de los pañuelos y de las botas. Solo dijo eso y por las dudas no pregunté. Ahí quedó en silencio por un rato.
Luego me describió cómo había sido la plaza antes de las reformas actuales y cómo estaba llena de bancos que se llenaban por las tardecitas y que los abuelos y las abuelas llevaban a los nietos a jugar a los toboganes y a las hamacas. Que también había habido una calecita con caballos de madera pintados de blanco y azul, también había un cohete espacial con una gran sirena verde y dorada que lo seguía detrás.Había música todo el tiempo!-dijo.
Por un instante me miró por sobre los anteojos que tenían una de las patitas rotas y enganchadas con un alfiler...me sonrió.
-Pensé que eras mi nieta...perdón...¿cuál era la pregunta?
-Ya respondió ...gracias (abuelo mío, de todos, de nadie).
Sonreí, terminé de arrojar el maíz a las palomas y me fui. Qué hermosa tarde plena de sol, más allá de las nubes.

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6 Comments:

Anonymous Anónimo dice...

Querida Jake, me hiciste recordar al viejo MAtías, no sé porqué.Pero me hiciste recordar a esa canción.De quién era la canción?
Ah también a la que decía: es un buen tipo mi viejo.Eso solo queríua escribirte.Un besote grande. JM

8:30 p.m.  
Anonymous Anónimo dice...

Quién era el viejo Matias?
Esa esta bueno como pregunta, no?

8:31 p.m.  
Blogger Seño Patri dice...

Muy hermoso!!!!
Me imagino tu cara...escuchando, atenta...Absorbiendo.
Cuánto hay para escuchar en estos libros vivientes...
A propósito:No quedó maiz para mí? (tu próxima pregunta)

4:31 p.m.  
Blogger 77arcos dice...

Excelente historia!!! Lástima las botas .... y los pañuelos :(
Besos

3:33 a.m.  
Anonymous Anónimo dice...

El viejo Matías...
te dejo la letra en el link de mi firma.

9:19 a.m.  
Blogger Recursos para tu blog - Ferip - dice...

Bien por la gente que se detiene a escuchar...
Besos.

Ya escuchaste a Kevin? Pasá y contame qué te parece.

4:00 p.m.  

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