¿Cuál era la pregunta?
Estaba tan callado y quieto, sentado en el banco de la plaza que me senté al lado...como quien no quiere la cosa.
Me miró de reojo y no dijo nada, alimentaba a las palomas, las de la plaza ...sí esas.
Siguió mirando pero, sin decir más me acercó la mano en la que tenía maíz: alguien las tiene que alimentar - me dijo.
Acepté el puñadito de semillas que me daba y lo imité.
Tenía una bufanda gastada y deshilachada, uno de esos sacos de lana gruesos, y una de esas gorras que usan los abuelos que se están quedando sin pelo, pero no sin mañas. Empezó a contarme de una vez que habían venido unos chicos de una escuela a jugar y a ver como izaban la bandera en el mástil de la plaza. Yo lo escuchaba, porque esperaba que saliera el sol detrás de las nubes y no quería dejar ese lugarcito en el único banco sano que quedaba. Perder, no perdía nada, así que lo escuchaba.
Luego me dijo que esos chicos habían alimentado a las palomas como nosotros lo hacíamos en ese momento pero que ellos jugaban y se ponían maíz en la cabeza y las palomas se les paraban para comer y parecían amigables espantapájaros , porque se quedaban "quietecitos" -él usó esa palabra- con los brazos extendidos en una abrazo sin cerrar.
Luego me contó que los días que habían sido más tristes habían sido los días de los pañuelos y de las botas. Solo dijo eso y por las dudas no pregunté. Ahí quedó en silencio por un rato.
Luego me describió cómo había sido la plaza antes de las reformas actuales y cómo estaba llena de bancos que se llenaban por las tardecitas y que los abuelos y las abuelas llevaban a los nietos a jugar a los toboganes y a las hamacas. Que también había habido una calecita con caballos de madera pintados de blanco y azul, también había un cohete espacial con una gran sirena verde y dorada que lo seguía detrás.Había música todo el tiempo!-dijo.
Por un instante me miró por sobre los anteojos que tenían una de las patitas rotas y enganchadas con un alfiler...me sonrió.
-Pensé que eras mi nieta...perdón...¿cuál era la pregunta?
-Ya respondió ...gracias (abuelo mío, de todos, de nadie).
Sonreí, terminé de arrojar el maíz a las palomas y me fui. Qué hermosa tarde plena de sol, más allá de las nubes.
Etiquetas: ancianos/as, compartidos, plazas, preguntas, relaciones, sociales
6 Comments:
Querida Jake, me hiciste recordar al viejo MAtías, no sé porqué.Pero me hiciste recordar a esa canción.De quién era la canción?
Ah también a la que decía: es un buen tipo mi viejo.Eso solo queríua escribirte.Un besote grande. JM
Quién era el viejo Matias?
Esa esta bueno como pregunta, no?
Muy hermoso!!!!
Me imagino tu cara...escuchando, atenta...Absorbiendo.
Cuánto hay para escuchar en estos libros vivientes...
A propósito:No quedó maiz para mí? (tu próxima pregunta)
Excelente historia!!! Lástima las botas .... y los pañuelos :(
Besos
El viejo Matías...
te dejo la letra en el link de mi firma.
Bien por la gente que se detiene a escuchar...
Besos.
Ya escuchaste a Kevin? Pasá y contame qué te parece.
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