Paraguay, verde y perfumado

Quién puede apagar el sol?

Este enero caluroso y abrazador lo pasé en Córdoba Argentina con mi familia y luego en Asunción del Paraguay. Fueron 17 horas de viaje por tierra desde ciudad de Córdoba hasta Asunción,en un micro (bus) medio tristón. Mi acompañante de asiento estaba deseosa de hablar, yo como siempre en otro mundo ... es que me hipnotiza mirar el paisaje en movimiento.

Es muy hermoso este país hermano y vecino, su gente es amable y generosa, la ciudad es colonial en su casco antiguo y moderna en las zonas más nuevas. La moneda se llama guaraní, y ese es también el segundo idioma de esta tierra bi-lingüe. Hay veredas repletas de puestos de fruta, de ropa, de artículos varios.

Pude hacer nuevo/as amigos/as...eso pasa cuando uno viaja, se cruza con gentes de otros países. El calor me tuvo mareado por momentos...pero eso no impidió que estuviera callejeando. Con Pablo (CHileno) caminamo s durante 6horas por el centro de Asunción, comimos en un lugar de comidas típicas y la cerveza venía en un estuche de plástico para mantenerla fresca...otro día fotos de este detalle (aún no puedo bajar todas las fotos).

Las construcciones delatan la antigüedad de la ciudad, es del siglo XVI su datación. En la foto de arriba se ve un memorial a los héroes de la patria...yo pensé primero que era una iglesia católica (de ignorante, vio) y al entrar me encuentro con un círculo central y hacia abajo, una serie de ataudes con la bandera nacional sobre ellos, algunas urnas y clacas conmemorativas...con razón no se veía ningún cura.

Por las callecitas de uno de los barrios buscando algo fresco para comprar, estaba abierto un bolichito de ramos generales...una belleza. Sebastián (ARG) y Linette (nacida en NEPAL-criada en ARG y EEUU...actualmente viviendo en URUGUAY) están en la foto comprando una bebida de naranja, Werlon (BRASIL a quien le robé esta foto) es quien fotografía la escena.
Las veredas regalan mangos maduros y la gente anda por todos lados con el termo de agua fresca y el mate para tereré. Se ve esto en cada esquina y en los comercios y en cada rincón que se resiste al calor. También me acostumbré a andar con la botellita de agua por todos lados...y si se terminaba, en cualquier lugar con solo pedir , la gente solidaria te daba agua fresca o compartía un tereré sabroso de hierbas mentoladas. Por las noches el calor calmaba un poco...pero desde temparano se hacía sentir de nuevo a eso de las 05.0o de la mañana. Pudimos una noche ir a comer al centro de la ciudad cuando algunos de nosotros ya se estaban regresando a sus países...en la foto Linette,Pablo,Werlon (de atras hacia adelante derecha) y Soledad, Sebastián y yo(izquierda).

Hace calor en Buenos Aires ...otro día les cuento más.

Un adelanto: en BuenosAires pude ir con una amiga a la marcha contra las FARC...fue muy fuerte ser parte de eso.