domingo, marzo 23, 2008

¿Cuándo se gana una guerra?

Llegó un correo-e de Mariela, y adjuntaba este material...sé que es largo, por eso continua en comentarios. Ojalá puedan leerlo. La autora es una teológa argentina-estadounidense.
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Aniversario triste
Nancy Bedford, Estados Unidos
El otro día en la mesa, Sofía –que tiene siete años- me preguntó:
-Mami, ¿cómo podés saber cuándo alguien gana una guerra?
Sabiendo de antemano que no le iba a satisfacer mi respuesta, le contesté:
-En realidad, nadie puede ganar en la guerra.
Le pareció una evasión innecesaria y la ignoró, persistiendo como suele hacer cuando quiere entender algo:
-Pero, ¿cómo sabés cuándo un lado gana?
-Bueno, en general uno de los dos lados se rinde y acepta las condiciones del otro.
- No entiendo. ¿Qué es “aceptar condiciones””?
- Quiere decir que los que pierden hacen lo que les dicen los que ganaron. Pero a veces, un país en otro y ocuparlo, y parece que ganó, pero en realidad empieza otra fase de resistencia por parte de los que supuestamente habían perdido, y entonces el conflicto renace de otras maneras…
- No entiendo nada.
- Lo que te quiero decir es que por ejemplo Estados Unidos se metió en Irak y tenía muchas bombas y muchos aviones y muchos soldados,y en seguida lo ocupó y creía que había ganado pero en realidad no ganó nada, sino que ahora todo es un lío mayor que nunca…
- Todavía no entiendo nada.
- En realidad, yo tampoco lo entiendo muy bien. Pero lo que sí sé es que la guerra nunca es una manera buena de resolver las cosas. Esta semana se cumplen cinco años desde la invasión y ocupación de Irak por parte de Estados Unidos y sus aliados. Las consecuencias negativas de esa intervención han ido tomando dimensiones casi inimaginables: hasta la fecha se pueden documentar con certeza casi 90.000 muertes violentas de civiles iraquíes a partir de la invasión....

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16 Comments:

Blogger Jake dice...

1 Sin embargo, esta cifra queda más que corta, pues se estima que el número total de iraquíes que han muerto en los últimos cinco años como consecuencia de la ocupación y de la violencia que desencadenó es de más de un millón de personas.
2 A esto se suman violaciones, enfermedad, contaminación con uranio empobrecido, mutilación, familias destruidas,encarcelamiento, tortura, secuestros, depresión y la sensación de peligro constante a la que se enfrentan las y los iraquíes. Después de cinco años de ocupación, el Irak se ha vuelto uno de los países más peligrosos del mundo, en el que todos los días mueren cientos de civiles.
3 Por otra parte, las mujeres se ven afectadas doblemente por la violencia.
4 Como pregunta una mujer iraquí, rodeada de cinco niñitos pequeños, en referencia a los ocupadores, en palabras que recuerdan a la voz de Yahvé en los profetas veterotestamentarios:“¿Qué han hecho, aparte de tirar casas, deshacer familias y dejar huérfanos a los niños?”
5 Mientras tanto, en Estados Unidos, la salud y la educación –sobre todo de los pobres- se van erosionando cada vez más, entre otros factores porque los recursos públicos se vuelcan a financiar el aparato militar industrial. Washington gasta unos 750 millones de dólares por día en su aventura bélica
6, sumando totales que son difíciles de visualizar, por lacantidad de “ceros a la derecha” que implican.
7 Y sin embargo, para la mayoría de la gente en Estados Unidos, por ahora la vida continúa, casi como si aquello fuera una película de acción que todavía puede terminar bien para los “buenos”. En cambio, los iraquíes –y también los familiares de los soldados norteamericanos muertos- saben que no es así: ya nada será igual. Hace cinco años, recién llegados a la zona de Chicago, durante febrero y marzo de 2003 participamos en marchas y protestas. Salimos a la calle en familia con la gente de nuestra iglesia, empujando el carrito de las gemelas (que en ese entonces tenían dos años) con una mano y sosteniendo velitas prendidas en la otra. Casi desde que tienen uso de razón, viven en un país en guerra: con razón Sofía preguntaba cómo es que se puede saber cuándo termina algo que parece interminable. En las protestas había gente atea, bahai, budista, cristiana, judía, musulmana: todos unidos en nuestro rechazo a lo que estaba porpasar. Miles de personas en todo el país –y otras muchas en todo el mundo- firmamos petitorios y les pedimos a los políticos del Congreso estadounidense que tuvieran el coraje de resistirse a la invasión. Pero la máquina bélica siguió su curso y los que nos oponíamos a la guerra todavía no nos imaginábamos las consecuencias terribles que se habían de desatar para los iraquíes y para toda la región; en realidad, todavía nos cuesta captarlo: ¿cómo imaginar tanta muerte?. En su discurso del 18 de marzo de 2003, es decir, la noche anterior a la invasión, George W. Bush expuso claramente todas las mentiras que le sirvieron de justificativos para el ataque. Habló del peligro de las supuestas armas atómicas, biológicas y químicas que se le achacaban al Irak -de las cuales jamás se encontraron pruebas- y repitió de diversas maneras la falsa acusación que conectaba a ese país con los responsables de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Esa noche, Bush prometió que en un “Iraklibre” no habría ejecución de disidentes, ni cuartos de tortura ni violaciones: es decir, prometió exactamente lo opuesto de lo que luego ocurrió. Por otra parte, utilizó esa noche un lenguaje apocalíptico que relacionaba implícitamente a Saddam Hussein con el anomos de 2 Tesalonicenses 2:3-4, el “hijo de perdición”. En palabras de Bush, “antes de que el día del horror pueda llegar, antes de que sea demasiado tarde para actuar, este peligro será quitado”.
8 Al día siguiente, el 19 de marzo de 2003, cuando ya la invasión había comenzado, prometía proteger a los civiles iraquíes y decía que su único objetivo era “quitar una amenaza y restaurar el control de su país a su propio pueblo”. Con cinismo prometía superar los peligros “y continuar con la obra de la paz” así como “llevar la libertad a los demás”.
9 Impúdicamente, utilizó y sigue utilizando el lenguaje de la libertad y de la paz para justificar la opresión, la tortura y la guerra. El viernes pasado, en nuestraiglesia, ante el quinto aniversario de la invasión, varios jóvenes organizaron un culto para recordar todas estas mentiras y para animarnos mutuamente a resistir e insistir no solamente que Estados Unidos retire sus tropas de Irak (y de paso, ¿por qué no del resto del mundo?) sino que busque la manera de arrepentirse y de hacer el bien. En una carta que nos invitaron a firmar y que luego enviaron al diario Chicago Tribune, escribían: “Nos hemos juntado para confesar nuestra complicidad en el conflicto en Irak, llorar por todos los muertos de todas las nacionalidades, y alentarnos en el trabajo por la paz. Le hemos pedido a Dios que nos guíe en el camino a la justicia y la paz”. En la misma, además de pedir que se retiren las tropas, abogaban por la implementación del “impuesto por la paz”, una ley que permitiría que quienes por motivos religiosos, filosóficos o humanitarios nos confesamos pacifistas, podamos impedir que nuestros impuestos se utilicen para apoyar el aparatomilitar.
10 Con ese dejo de esperanza que conlleva la confesión, la alabanza y la lucha conjuntas, sabiendo también que somos muchos los que nos acercamos a este aniversario con dolor y con rabia, vuelvo a la pregunta de Sofía: ¿Cómo podemos saber cuándo alguien gana una guerra? Tal vez la respuesta tendría que pasar por reformular lo que significa “ganar”, a la manera de Jesús, cuando ponía los valores hegemónicos patas para arriba y decía que los que quisieran salvar su vida la perderían: “Porque ¿qué aprovechará al ser humano si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36), Estados Unidos no puede “ganar” esta guerra en términos convencionales; aunque pocos de entre los poderosos quieran admitirlo, ya la perdió. Pero sí podría transformar esa “pérdida” en ganancia para la justicia. Poka Laenui, activista y defensor de la soberanía e independencia de Hawaii, propone siete pasos para que Estados Unidos logre una “salida honorable” del Irak:
(1) confesión deculpabilidad (que Estados Unidos confiese ante los iraquíes y el mundo que se equivocó al invadir y ocupar ese país);
(2) pedido de perdón público;
(3) reparaciones (compensar económicamente a las familias iraquíes afectadas por la guerra de acuerdo a lo que establezca una comisión objetiva);
(4) renunciar al liderazgo y a toda posición de poder en Irak;
(5) renunciar a las ganancias económicas sumadas como consecuencia de la invasión, ya sea por parte de empresas o por individuos (esos dineros deberían servir para la compensación);
(6) desvincularse formal y realmente de los asuntos iraquíes;
(7) hacerse cargo de la responsabilidad por crímenes de guerra ante las cortes internacionales, tanto en el caso de civiles como de militares.

11 Un proceso así parece muy caro – hasta que se piensa lo que le saldría al pueblo estadounidense seguir gastando en el presupuesto militar como ahora. Y también parecerá muy loco, muy alejado de la Realpolitik – pero a decir verdad, como teóloga, hace rato que me dejaron de avergonzar las locuras y los desvaríos contrahegemónicos, sobre todo si tienen que ver con la “locura de la cruz” (1 Corintios 1:18-31) que logra por caminos sorprendentes lo que la fuerza bruta y la violencia no pueden: triunfar sobre la muerte.

Entonces, la próxima vez que me lo pregunte Sofía, le voy a contestar: Sabemos que alguien “ganó” una guerra si se arrepiente de usar la violencia, si pide perdón, si se hace cargo de sus errores y si trata de compensar a los que sufrieron por su culpa.
Nancy Elizabeth Bedford, 19 de marzo de 2008 -

10:21 p.m.  
Blogger Freddy dice...

En la guerra solo hay un ganador, las empresas que distribuyen las armas de lado y lado y las multinacionales que se encargan de toda la "logística" que una guerra requiere.

Y siempre perderán aquellos directamente involucrados en el conflicto, llámese soldados o civiles.

te invito a que pases por mi blog, hablo sobre este tema, y enlace un ensayo multimedia de Reuters sobre la guerra, completísimo y bien fuerte, para aquellos que se les olvida que en ese país, la cosa es demasiado grave.

10:44 p.m.  
Blogger Jake dice...

freddy:

allá voyyyyyy

11:05 p.m.  
Blogger Genín dice...

Bush es un perfecto imbecil irreesponsable, pero además es un criminal y si en el mundo hubiera lo que no hay, JUSTICIA, deberia ser juzgado por crimenes contra la humanidad, y por cretino, y ojalá conserven la misma cuerda con la que ahorcaron a Saddam para usarla con el. Y eso si, ponerle en su tumba una placa que diga : "Aquí yace un H D L G P".
Leer la entrada y cabrearme, ha sido todo uno. ¿Y ahora como duermo yo?
Salud, Genín

12:07 a.m.  
Blogger Jake dice...

te cabreaste conmigo??
:(

12:43 a.m.  
Anonymous Anónimo dice...

este texto esta excelente.
pero igual que genin pienso lo mismo de bush.

12:47 a.m.  
Anonymous Anónimo dice...

este pedaso me hizo releerlo desde el principio,

En las protestas había gente atea, bahai, budista, cristiana, judía, musulmana: todos unidos en nuestro rechazo a lo que estaba porpasar. Miles de personas en todo el país –y otras muchas en todo el mundo- firmamos petitorios y les pedimos a los políticos del Congreso estadounidense que tuvieran el coraje de resistirse a la invasión. Pero la máquina bélica siguió su curso ...


pensé que era pro bush y luego lei y no, pero el gobierno de los EEUU no les pasa pelota a los ciudadanos de ahí?
jajajajajajajajaja se cagan en todos? pero como llegan al poder?
es uno de los publos mas contradictorios que hay.

besos y feliz inicio de clases facultativas.

12:58 a.m.  
Blogger freeway_flyer, EUSKADI. dice...

EN LA GUERRA NADIE GANA, TODOS PERDEMOS.

12:21 p.m.  
Anonymous Anónimo dice...

se cumplen cinco años desde la invasión y ocupación de Irak por parte de Estados Unidos y sus aliados.
no tienen derecho a creerse los dueños del mundo.

12:24 p.m.  
Blogger Jake dice...

3:02 p.m.  
Blogger Genín dice...

Jakelita, ¿Como puedes siquiera pensar que yo me puedo cabrear contigo?
Mira lo que te puse en los coment en mi blog, creia que te referias a esto que digo:

jake:
¿Porqué esa carita,:( jakelita?...jajaja
No, te equivocas no me olvidé de tu comentario del Bush...jajaja
Solo que se coló justo cuando ya había respondido y esperaba a que hubiera algún comentario mas para responderlo...jajajaja
El arbusto ese no podrá con nosotros...jajaja
Un beso gordote y salud, Genín.

12:01 a.m.  
Blogger Juan M. Di Liscia dice...

Hola linda! Cómo andás?
Hace poco, leyendo "A paso de cangrejo" de Umberto Eco, me llamó la atención un lúcido (cuando no, don Umberto) y descarnado ensayo sobre la guerra. En él sostenía (aunque sería mejor leerlo a Eco) que la historia muestra que la paz no es la situación originaria o primitiva - o de algún modo típica- de la humanidad, sino más bien lo contrario y que debemos "luchar" constantemente por ella.
Permitime pasarte la cita textual de una explicación que dá Eco: "Intentemos imaginar que la curva general de la entropía esté dominada por el conflicto, la destrucción y la muerte, y que las islas de paz sean lo que Prigogine llama estructuras disipativas, momentos de orden, pequeños y graciosos bubones de la curva general de la entropía, excepciones a la guerra, que requieren mucha energía para poder sobrevivir"
Ahora bien, yo (y creo que muchos) nos preguntamos: ¿por qué esto es así? Evidentemente la historia la escribe el hombre, y sólo él es responsable de lo que ella nos muestra. Es doloroso, pero para superar cualquier crisis el primer paso es tomar conciencia de la parte que nos toca...
Oriana Falaci dijo una vez que algo debía pasar con nosotros si tan terrible dictadura duró tantos años entre nosotros (nos sentimos heridos al escucharla, y muchos no escucharon). Recuerdo (con verguenza ajena) la plaza de Mayo llena con Galtieri en el balcón luego de la invasión de Malvinas, la misma plaza de donde una semana antes la policía montada los sacó a sablazos. Todos en alguna medida, somos responsables de lo que le pasa al mundo... y lo más importante (quizás lo único) que podemos hacer es cambiar nosostros...
Un beso, linda, desde este otoño que no termina de llegar

Juan

12:33 a.m.  
Blogger Jake dice...

genin...
que bueno,...es que ando medio sensible...será la edad?

gracias por tu paciencia!!
y cariño.
besos



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juan:
el año pasado...charlando con mis alumnos/as , uno de ellos respondió que la guerra existía para cuidar la paz.
lo loco era que en ese momento yo estaba tomando unas clases de RRII (relaciones internacionales) y ese era uno de los planteos acerca de la guerra.
Dios!

1:02 a.m.  
Blogger Jake dice...

...."CANTAMOS PORQUE LLUEVE SOBRE EL SURCO
Y SOMOS MILITANTES DE LA VIDA
Y PORQUE NO PODEMOS, NI QUEREMOS
DEJAR QUE LA CANCION SE HAGA CENIZAS.
CANTAMOS PORQUE EL GRITO NO ES BASTANTE
Y NO ES BASTANTE EL LLANTO, NI LA BRONCA.
CANTAMOS PORQUE CREEMOS EN LA GENTE
Y PORQUE VENCEREMOS LA DERROTA"
MARIO BENEDETTI
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NO ES FERIADO! ES 24 DE MARZO

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1:07 a.m.  
Blogger mr.pickwick dice...

es cierto ; nadie gana una guerra; todos la perdemos...


un beso, amiga...

julius

3:45 p.m.  
Blogger Gerardo Donoso dice...

otros ya lo han dicho...
en una guerra ganan los que fabrican armas y toda la cadena de intermediarios....

nadie más gana.. al contrario...

gerardo

8:10 p.m.  

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